Nace en la provincia de Barcelona el 20 de Abril de 1939, concretamente en Badalona que en aquellos años era una pequeña población de pescadores.
Para complacer a sus padres ingresa en la Escuela de Ingenieros de Barcelona, donde después de un historial académico brillante, a los 23 años ya había conseguido el título de ingeniero químico y también un empleo, pero él seguía teniendo claro que lo que le atraía era la música y la pintura.
Empezó a trabajar y también a estudiar pintura y dibujo en la Llotja de Barcelona. La primera exposición la presentó en Miranda de Ebro (Burgos), población en la que por entonces trabajaba montando una planta química. Siguió dedicándose a la pintura pero sin pensar en profesionalizarse, hasta que tres años más tarde y de manera casual en Garmish-Partenkirchen, famosa estación invernal alemana, entró en contacto con la Galería Heller, se montó una exposición y fue un éxito total.
Poco después le propusieron hacer otra en la Galería central de los Heller en Mainz y de esta manera Fortuny volvió a España convertido en pintor y olvidada la ingeniería. A propuesta de lo Heller se trasladó a vivir a Alemania, la idea era estar unos meses, pero se quedó 15 años. Después de estos años de éxito Fortuny sintió la necesidad de cambiar de aires y surgió la oportunidad de trasladarse a Sydney, Australia, de la mano del galerista Buchmann quien fue el primero en comercializar la obra de Fortuny alcanzando una difusión mundial. Unos a ños más tarde pensó que era el momento de regresar a España. Se instaló en Cataluña en una construcción anterior al siglo XII, situada a los pies de la montaña de Montserrat, que había sido lugar de descanso y retiro de los monjes. Siguió pintando y exponiendo en Australia y manteniendo a los Heller para Europa.
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Unos marchantes, los Arribas Brothers de Orlando, querían a Fortuny en exclusiva para Estados Unidos, y llegaron al acuerdo de que el artista iría sólo para estar presente en las inauguraciones.
A consecuencia de la difusión obtenida en Estados Unidos, los directivos de la Galeria Wado de Japón acudieron a su estudio y un año más tarde Fortuny se trasladó dos semanas a Tokio para la primera exposición. Por aquella época ya disponía de muy poco tiempo y después las exigencias del mercado americano terminaron por impedirle de manera definitiva seguir colaborando con Buchmann.
Al día de hoy sigue exponiendo y cosechando éxitos allí donde va. No sabemos si el gusto y la pasión por la pintura lo heredó de su madre, que pintaba por puro placer sin llegar a exponer nunca, o de su tío abuelo Mariano Fortuny, pero lo que está claro es que Juan Fortuny es un pintor de amplio registro, pasa fácilmente de lo más imaginativo al realismo más poético. Tanto en la vida como en la pintura le gusta romper esquemas, lo clásico y lo moderno, no le gustan las reglas ni la rutina, no le gusta el blanco y el negro, le gustan los tonos grises, pero el gris de tonalidad, no de mediocridad como él dice. |
Su obra es reflejo de su personalidad, fuerte, tenaz, luchadora, pero al mismo tiempo dulce, serena y romántica.
Viajero incansable, ha participado en exposiciones de los cinco continentes, desde Paris, Bélgica, Méjico, New York, Montecarlo, Munich, Sydney, Osaka, Estambul, Tokio,.....
En los últimos años ha continuado su peregrinar pictórico por Asia, especialmente la India, intentando transmitir toda la belleza y profundidad de sus gentes a través de su obra.
Sus trabajos figuran en importantes colecciones privadas de todo el mundo.
· Premio S.I.M.O. |